Se encuentran distintos tipos para tu comodidad que de debes visitar antes de tus 30 años.
PODEMOS ENCONTRAR LOS SIGUIENTES:
Barcelona ,la guapa del baile:
Está organizada en diez distritos, un mosaico —un "trencadís"— de diez piezas que juntas conforman un fresco vivo, palpitante y armónico. Desde las faldas del Tibidabo hasta el mar mediterráneo se despliegan diez Barcelonas que deberás descubrir para comprender una ciudad con dos mil años de historia, abierta al mundo, en la que conviven conocimiento, diversión, cultura,creatividad,tradición y vanguardia
, creatividad, tradición y vanguardia. ¡Disfruta de Barcelona!
Madrid
Madrid es una ciudad en plena ebullición, es enérgica, está llena de vida ..
Madrid es agitada y relajada, es un lugar agradable vibrante, con gente de todo tipo, y su centro de la ciudad se puede explorar a pie.
Desde la Puerta del Sol y la Gran Vía hasta la Plaza de España, Malasaña, Chueca y el estadio del Real Madrid, descubrirá una ciudad vibrante y llena de vida. La actitud de los madrileños - su gusto por la vida social, a salir a la calle y a disfrutar alegremente y al máximo cada hora cuando no están en el trabajo, es lo que hace de Madrid una ciudad diferente a otras europeas.
Madrid es agitada y relajada, es un lugar agradable vibrante, con gente de todo tipo, y su centro de la ciudad se puede explorar a pie.
Desde la Puerta del Sol y la Gran Vía hasta la Plaza de España, Malasaña, Chueca y el estadio del Real Madrid, descubrirá una ciudad vibrante y llena de vida. La actitud de los madrileños -
Ámsterdam, más allá de barrios rojos y alegrías verdes
Puede que al soltar el humo de la boca en alguna de esas cafeterías se acaben las preguntas y sobren las razones para visitar Ámsterdam. Pero además de barrios rojos y alegrías verdes,
la capital (turística) de Holanda se disfruta dando un sinfín de paseos
en bicicleta rondando esos canales tan señoriales y prósperos. Una
actividad que los españoles sobrevaloramos y agradecemos por culpa de
nuestra puñetera orografía. Y luego están ese museo Van Gogh o ese Rijksmuseum para las tardes de nubes negras que hace que se vuelva de Ámsterdam mejor que colocado.
San Sebastián, ¿nuestro 'Río de Janeiro'?
Por el diálogo naturaleza-urbanismo, San Sebastián es lo más parecido y cercano a Río de Janeiro: verdor, montañas y azulismo a cascoporro. Hasta que aparece la lluvia y se torna en una ciudad que sabe llorar, que sabe enjugarse las lágrimas de las radiantes cristaleras de su Ensanche y que se sabe sacar partido para todo. Hay un San Sebastián para todo. Para pasear, para surfear, para ver cine, para escuchar jazz, para cicloturistear y hasta para mirar y jugar con las olas del Cantábrico. Y sobre todo para comer, a lo foodie o de tasca en tasca. Y es que es OBLIGATORIO cumplir los 30 teniendo una mini lista de tus pintxos preferidos de la parte vieja.Berlín, dejarlo todo y venirse aquí
Si Peter
Pan hubiera diseñado una ciudad donde no crecer, donde los adultos se
nieguen a adquirir complejos y donde todo lo extremo tiene cabida, esa
es Berlín. Dejarlo todo e irse a vivir a esta ciudad es una sensación que todo joven (crisis al margen)
debe experimentar por lo menos una vez en la vida al contemplar los
cuerpos al sol a las orillas del Spree o al comprobar como en Betania
hay una granja en mitad de la ciudad cuidada por los propios vecinos.
Todo tan surrealista como cierto. Solo los límites del espacio tiempo
ponen fronteras a la imaginación de este lugar.
Estambul: dos culturas, el doble de atractivos
Todo esa
fama de las dos culturas le viene como anillo al dedo a Estambul para
ofrecer la mezcla perfecta: vida occidental con esencia oriental. La
ciudad del Bósforo tiene muchos de esos monumentos que se visitan aunque
no seas un experto ni un entendidillo en arte bizantino y musulmán.
Simple y llanamente, se entra porque son espectaculares. Así que ante
esta realidad lo difícil es no sucumbir ante el encanto de Santa Sofía o
de la Mezquita Azul. Y como antes de los 30 no se sufre tanto por la hipoteca, ahí está el Gran Bazar y su siempre socorrido deporte de encontrar lo auténtico, eso que no estará más barato en el chino de la esquina.
Tailandia, la puerta de entrada a Asia
Tailandia es actualmente la mejor puerta de entrada la lejana la exótica e inolvidable Asia Oriental.
Bangkok definitivamente es para veinteañeros con ganas de pasarlo bien,
ya que sus monumentos y sus calles son tan originales que no requieren
de guía ni folleto para su disfrute. Y en cuanto se sale rumbo a la
selva y a las playas, se descubre la Tailandia más cercana en la sus
habitantes son más sonrientes y su naturaleza mucho más virgen y
auténtica. Un lugar donde no se deja de repetir la palabra paraíso y
donde, muchas veces, hay que pellizcarse para descubrir que no se está
soñando.
Islas Baleares, sí a todas sus islas
No nos vamos a poner exigentes diciendo que hay que haber ido a las 4 islas principales, pero por lo menos a una de ellas sí. A Mallorca
a comprender que la vida es más mejor que una discoteca del Arenal, a
entender que cuanto más lejos de lo ‘guiri’ más top es la cala y a que
la vida mediterránea es diferente rodeado de esas aguas. Con Menorca sucede lo mismo. Ibiza sirve para decantarse entre lo David Guettero y el hipismo del Siglo XXI,
para entender esas fiestas ibicencas que con mal gusto se celebran
fuera de la isla y para flirtear con el exhibicionismo playero, ahora
que se es joven y todo está en su sitio. Y a Formentera… a Formentera se va porque ahí se huye mejor que en cualquier sitio. Vamos, que hay para elegir.








No hay comentarios:
Publicar un comentario